El barco fantasma

El barco fantasma

(Leyenda)

Por los lentos ríos amazónicos navega un barco fantasma, en misteriosos tratos con la sombra. Siempre se lo ha encontrado de noche. Está extrañamente iluminado por luces rojas, tal si en su interior hubiese un incendio. El interior también es extraño: sus mesas son en realidad enormes tortugas, sus hamacas son grandes anacondas, sus bateles son caimanes gigantescos. Sus tripulantes son bufeos vueltos hombres. A tales cetáceos, llamados también delfines o botos, nadie los pesca y menos los come, porque son animales mágicos. En efecto, el bufeo vuélvese hombre y se cuenta que en la ciudad de Iquitos ha concurrido alguna vez a los bailes, enamorando a las hermosas. 

 El barco fantasma está, pues, tripulado por bufeos. Un indio del alto Ucayali vio a la misteriosa nave no hace mucho. Sucedió que tal indígena, perteneciente al pueblo de los shipibos, estaba cruzando el río en una canoa cargada de plátanos, ya oscurecido. A medio río distinguió un pequeño barco que le pareció ser de los que acostumbradamente navegan por esas aguas. Llamáronlo desde el barco a voces, ofreciéndole comprar plátanos y como le daban buen precio, vendió todo el cargamento. El shipibo limitose a alcanzar los racimos y ni sospechó qué clase de nave era. Pero no bien había alejado a su canoa unas brazas, oyó que del interior del barco salía un gran rumor y luego vio con espanto que la armazón entera se inclinaba hacia delante y se hundía, iluminando desde dentro las aguas, de modo que dejó una estela rojiza unos instantes, hasta que todo se confundió con la sombría profundidad. De ser barco igual que todos, los tripulantes se habrían arrojado al agua, tratando de salvarse del hundimiento. Ninguno lo hizo. Era el barco fantasma. 
Adaptado de Fábulas y leyendas americanas de Ciro Alegría.

Comentarios

Entradas populares de este blog

Inefable

Memories

La Selva y su Misterio